martes, mayo 31, 2005

Cavernícolas

Hoy iba, como siempre, en el 165, enchufada a mi empitri pleier, (que estaba en modo shuffle) escuchando "I'm a believer" de Smashmouth (y bueh, no voy a justificar las elecciones musicales de mi zen) .

Giré mi cabecita unos 45 grados hacia la izquierda, y vi lo siguiente:

Una jovencita (presublemente latina) ordenando un adminículo plástico que bien podría ser definido como "portacarnets" o "porta documentos" en el cual llevaba el pase de transporte publico y otras credenciales y tarjetas varias.

La cosa es que ella trataba graciosamente de sacar la pila de credenciales - que estaban metidas a presión- del porta carnets y trasladarlas a su espaciosa billetera nueva.

Pero no era una tarea fácil.

(Enter boyfriend)

Su novio (presumiblemente latino también) dice algo así como "dejá, dejá... dame eso a mi, querida, que yo te lo arreglo" *, y comienza a intentar sacar las credenciales, sin éxito alguno.

* obviamente yo no escuchaba la conversación porque estaba enchufada al chirimbolo musical, pero como soy una keen observator del body language entendía todo)


Primer intento: mete el dedo entre el plastico protector de las credenciales y el fondo del porta carnets. Infructuoso. No se mueve ni una credencial. Y el dedo se pone rojo.

Segundo intento: sostiene con una mano la base de las credenciales mientras con la otra ejerce presión inversa (tira) para intentar sacarlas. No salen.

Tercer intento: agita el porta carnet ante la mirada incrédula de su novia. Gesticula algo (que según mi traducción de body language) quiere decir " las agito un poco, así se ablandan".

Cuarto intento: el muchacho en cuestión, ya alejándose de las buenas costumbres, sostiene con ambas manos el porta documentos mientras que con los dientes trata de sacar los carnets.

Intento desesperado que tampoco funciona.

La muchacha, ya fatigada por la espera y por la baba que humecta sus documentos decide tomar el asunto in her own hands y -con la misma gracia que otrora intentaba vaciar el porta documentos- introduce sus pequeños dedos en el mismo y -una a una- retira las credenciales: pase de autobus, numero de seguridad social, tarjeta de residente permanente, tarjeta de crédito y tarjeta de débito.

Ella mira con cara de triunfo.

El también: está convencido de que de no ser por su ayuda, su "ablande" y su saliva, las tarjetas nunca hubieran salido de su tumba plástica.

Asi son.


Je.

MeliSer Ilustra.

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